TOP 10 DE LUGARES PARA VISITAR EN MONTERREY
En esta nota recorremos los lugares más icónicos de la Sultana del Norte. Capital del estado de Nuevo León, esta ciudad es un extenso centro industrial y de negocios rodeado de montañas. Más allá de su perfil empresarial, despliega un abanico de experiencias que inspiran a todo viajero e inversionista. ¿Vamos?
Ciudad industrial
Es un reflejo del ritmo palpitante de la modernización. Su robusta economía, impulsada por la industria y los negocios, genera un importante polo de empleo y un nivel de vida que se refleja en su infraestructura y dinamismo.
La Zona Metropolitana de Monterrey se consolida como la segunda economía más grande de México. En el ámbito laboral, la región muestra una tasa de desocupación notablemente baja, del 2.6% en el último trimestre de 2024, lo que indica un mercado laboral sólido. El Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Nuevo León se sitúa en 0.898 (dato de 2023), clasificándolo como “Muy Alto” y entre los mejores del país, lo que se traduce en una esperanza de vida de 75.9 años y una escolaridad promedio de 10.7 años. Por último, la conectividad también es un factor clave de modernización, con un 72.1% de las viviendas con acceso a internet y un 93.5% con disponibilidad de celular (datos de 2020).
Nuestro Top 10 de tesoros regiomontanos
1. Parque Fundidora: donde la historia resuena con la naturaleza y la cultura
Se trata de una antigua siderúrgica convertida en un espectacular parque urbano, inaugurado en 1988. Sus antiguos hornos y estructuras industriales rehabilitadas albergan museos, galerías y espacios para eventos. Sus extensas áreas verdes invitan a paseos relajantes, mientras que sus lagos y fuentes añaden un toque de serenidad. Es un lugar donde el pasado industrial se fusiona en armonía con el presente de la ciudad.
2. Paseo Santa Lucía: un canal de encanto (con sabor texano)
Es un canal artificial inspirado en el famoso Riverwalk de San Antonio, Texas. Se extiende por aproximadamente 2.5 kilómetros, serpenteando y conectando la Macroplaza con el Parque Fundidora. ¿Qué se puede hacer aquí? La actividad principal y más popular es tomar un paseo en pequeñas embarcaciones que recorren sus tranquilas aguas, permitiendo admirar la belleza arquitectónica y artística del entorno. También puedes caminar o correr por sus andadores peatonales que bordean el canal, disfrutando de las numerosas fuentes (algunas iluminadas por la noche), esculturas, murales y jardines. Es un remanso de paz, perfecto para una caminata romántica, un divertido paseo familiar o simplemente disfrutar de un momento tranquilo al aire libre.
3. San Pedro Garza García: elegancia, gastronomía y poder económico
Es considerada una de las zonas más prósperas de México. Esta localidad deslumbra con su modernidad, lujo y su exquisita oferta gastronómica. Aquí se asientan algunas de las empresas más importantes del país, reflejando su dinamismo económico.
4. Macroplaza: el corazón de Monterrey
Con sus 40 hectáreas de extensión, se posiciona como una de las cinco plazas más grandes del mundo. Este vasto terreno verde en el centro de la ciudad es un punto de encuentro y un símbolo de la grandeza de la ciudad. Rodeada de edificios históricos y modernos, como la imponente Catedral Metropolitana y el icónico Faro de Comercio, la Macroplaza alberga fuentes, monumentos y áreas de esparcimiento. Es escenario de eventos culturales y un punto de partida ideal para explorar el centro histórico.
5. Museo de historia mexicana: un viaje al pasado
Ubicado estratégicamente en la Macroplaza, este museo ofrece una fascinante inmersión en la historia de la región, desde la época prehispánica hasta nuestros días. Entre sus tesoros más valiosos se encuentra una extensa colección de documentos y objetos relacionados con la Revolución Mexicana en el norte del país, con testimonios y artefactos originales de figuras clave y batallas decisivas del período.
6. Barrio Antiguo: encanto colonial
Adentrarse en este barrio de la ciudad es como viajar en el tiempo. Sus calles empedradas y sus casas coloniales restauradas evocan la esencia de la época virreinal. Hoy en día, vibra con una energía muy particular con sus cafés con encanto, sus galerías de arte, sus bares con música en vivo y su vida nocturna.
7. Cerro de la silla: un emblema natural
Se alza como un telón de fondo para la ciudad. Su peculiar silueta, que recuerda a una silla de montar, lo ha convertido en un símbolo indiscutible. Para los más aventureros, ascender por sus senderos ofrece vistas panorámicas inigualables de la metrópoli y sus alrededores.
8. Parque Ecológico Chipinque: el escape a la naturaleza
Ubicado en la Sierra Madre Oriental, dentro del Parque Nacional Cumbres de Monterrey, se destaca por ser un área natural protegida de fácil acceso desde la zona metropolitana. Su peculiaridad radica en su biodiversidad, albergando más de 1750 especies descritas entre flora y fauna, incluyendo especies emblemáticas como el oso negro, el venado cola blanca y una gran variedad de aves y mariposas. Además, el parque ofrece una red de senderos con diferentes niveles de dificultad, desde paseos sencillos hasta rutas más exigentes para montañistas y ciclistas.
9. Las Grutas de García: un mundo subterráneo
Se formaron hace más de 50 millones de años, durante el periodo Cretácico, ¿increíble no? Estas cuevas subterráneas exhiben formaciones rocosas como estalactitas y estalagmitas de gran belleza. En el pasado, las grutas fueron utilizadas como refugio y probablemente tuvieron un significado ritual para los pueblos originarios de la región. Un recorrido por sus galerías iluminadas revela un mundo oculto lleno de misterio. Imperdible.
10. Cerro del Obispado: Monterrey a tus pies
Coronado por el Palacio del Obispado, una joya arquitectónica barroca que alberga un interesante museo regional, el Cerro del Obispado ofrece una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad. Desde su cima, se puede apreciar su extensión, enmarcada por las majestuosas montañas que la rodean.
Curiosidades: gastronomía con sabor norteño
Ningún viaje a Monterrey estaría completo sin deleitarse con su rica gastronomía. En realidad, ningún viaje en general, ¡a cualquier lugar! Hay dos platillos emblemáticos que no puedes dejar de probar:
El Cabrito
La singularidad del platillo reside principalmente en su origen, ligado a la cultura pastoril que caracterizó esta zona durante siglos. Con la llegada de los españoles, se introdujo la crianza de cabras, que se adaptaron bien al clima semiárido. El cabrito, específicamente el lechal, se convirtió en un alimento apreciado por su carne tierna y sabor delicado. La técnica de cocción al carbón, a fuego lento, realza su sabor natural y le otorga una textura jugosa y ligeramente ahumada.
El Chicharrón
Es la crujiente piel de cerdo frita. Ya sea en su versión carnosa o más seca es un platillo perfecto para acompañar cualquier comida o simplemente como botana. La particularidad del chicharrón norteño radica en su diversidad de texturas y presentaciones, que van desde la piel completamente crujiente y quebradiza hasta la que conserva una capa de carne jugosa adherida. Su origen se remonta a las técnicas de aprovechamiento integral del cerdo introducidas por los españoles.